Ir al contenido principal

Música


Siempre me burlé de tus gustos musicales, te hacia llorar. ¿cómo se puede llorar por ello? Ahora que no estás, escucho las canciones que tanto insistías en que escuchara, ¿ironía?
Lo más irrelevante fue prometer que jamás en la tinta de mis intentos de letras estarías, siéntete cómodo, sigues apareciendo en ellas y en cada melancolía del día. Eres un mal necesario, supongo, por el momento. Lo peor: Si nos vemos, actuamos como si la farsa del desconocimiento del otro permitiera aliviar este daño.
Sufro en putrefacción cautiva. He intentado cultivar mi mente, fortalecer mi cuerpo, dormir y defecar en santa calma, ¿por qué sigo así?  
Recuerdo que dejaste de escuchar nuestra música favorita porque te recordaba a mí, ¿tendré que negar la existencia de las cosas que una vez nos hicieron felices y que ahora son un insulto a la lógica de la felicidad forzada?
Dejé de fumar… por breve tiempo, en cada cigarrillo te aspiraba e ibas penetrando cada célula sana de la corporalidad que ahora está sentada escribiendo este mal intento de memoria. Retomé.
No he vuelto a pisar tu calle desde hace casi seis meses, pensar en la sombra de tu desequilibrado ser asaltar de repente mi calma hecha a gritos me llena de pánico. No salgo. Me aislo. Volví a hacerlo. Bienaventurados mis amigos que a causa de obligadas marchas me han sacado de mi casa.
Tampoco te he visto. Ojalá estés bien. Ojalá en un futuro pueda decirte: “hola” o escribirte algo sin ser tan cobarde, sin sentirlo en carne viva.
Apagaré la música, tu recuerdo invade la habitación, me asfixia.... pero ¿deseo respirar?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Así o más?

No he escrito nada porque no tengo de qué hablar, últimamente sólo me quejo. La vida de adulta no es lo que yo había imaginado, sinceramente siempre había pensado que llegaría a ser exitosa, creí con inocencia lo que los demás opinaban de mí, mal hecho. El ego herido habla desde su rechazo, nada duele más que saberte ajena al mundo que te habían prometido. ¿A dónde iré? Hoy observé el cielo y la supuesta tormenta que se avecinaba sólo hizo que me recogiera en mis aposentos a esperar que rompiera la lluvia. Y si eso hago con la vida? Veo un signo poco favorable y huyo. **** ***** ******* P E N S A M I E N T O S    El amor y la ansiedad son pésimos complementos, agua y aceite, noche en un día cálido.  No hay nada que reconforte mi alma como el café. ¿Por qué es tan difícil ser feliz? Tengo el corazón empanizado con el polvo de mis supuestos fracasos. Navegar aunque no haya mares que surcar.  Estrepitosos gritos de ayuda, ecos mudos de dolor. Nunca ser escritora, nunca ...