Ir al contenido principal

Morir sin morir



Te he abandonado varios meses para poder dedicarme a mis cosas, así como una madre abandona a la cría para que esta sobreviva sola. Sin embargo, tú dependes de mi ingenio para existir y yo dependo de ti para no volverme loca.

Comenzaron los cambios. Y a pesar de que soy tauro (¿eso realmente importa?), los abracé con gusto y resignación. Debo aceptar que ya me había pasado de terca, eso no iba a funcionar, pero me aferré pidiéndole a Dios no encontrar lo que buscaba, aún así lo hallé y heme aquí organizando, de nuevo, mis tiempos, mi vida y mis descansos. Pospuse, otra vez, el maratón de Sailor Moon y los poemas desgarradores y lastimeros.

La nueva selección, la puerta desconocida no se enfoca en el arte y tampoco en la literatura, es más bien un paraje pragmático, organizado y conductual, cosas que me le provocan escorbuto a mis ovarios, pero que necesito en este nuevo tránsito. Si todo va bien, si no me rindo y dejo de ser una p3ndej4 (Dios, escúchame), lograré mi cometido. Así es, por primera vez en mi vida tengo una meta REAL y eso me aterra, la madurez ha golpeado mi puerta.

Con 28 cumplidos, el sueño de morir a los 27 y conocer, aunque sea de perdida a Valentín Elizalde, se esfumó. Las ganas de morir continúan y el vacío es un peso desagradable, empero (se lee mamón un texto con ese nexo), no me cuesta nada ser "resiliente". Al principio esa palabreja dominguera me gustaba, ahora, más vivida y sufrida, me causa un poco de repulsión. Estoy en medio de una disyuntiva protagonizada por el : Ya no quiero ser resiliente, ¿para qué, con qué objetivo? y el No te rindas, mamona, hija del gran ovario.

Y así como dejé de amar la danza africana, el básquet y las gomichelas, seguramente dejaré al siglo XIX, la literatura mexicana del XX y mis deseos obscenos por ser artista. Todo se transforma, es inminente alejarse de una forma para enfocarse en otra. Con melancolía dejaré la piel que he habitado durante 6 años para darle paso a la nueva. 
Ya te escribiré, con ánimos de ser leída, cómo me va en el nuevo proceso. Ya te escribiré para anunciarte si he decido dejar de escribir...

Madame Falconetti, Buenos Aires, 1944 -by Grete Stern


Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Así o más?

No he escrito nada porque no tengo de qué hablar, últimamente sólo me quejo. La vida de adulta no es lo que yo había imaginado, sinceramente siempre había pensado que llegaría a ser exitosa, creí con inocencia lo que los demás opinaban de mí, mal hecho. El ego herido habla desde su rechazo, nada duele más que saberte ajena al mundo que te habían prometido. ¿A dónde iré? Hoy observé el cielo y la supuesta tormenta que se avecinaba sólo hizo que me recogiera en mis aposentos a esperar que rompiera la lluvia. Y si eso hago con la vida? Veo un signo poco favorable y huyo. **** ***** ******* P E N S A M I E N T O S    El amor y la ansiedad son pésimos complementos, agua y aceite, noche en un día cálido.  No hay nada que reconforte mi alma como el café. ¿Por qué es tan difícil ser feliz? Tengo el corazón empanizado con el polvo de mis supuestos fracasos. Navegar aunque no haya mares que surcar.  Estrepitosos gritos de ayuda, ecos mudos de dolor. Nunca ser escritora, nunca ...