Ir al contenido principal

Esto lo escribí en facebook.

Esto va para todos los que sufren (a causa o por falta de) amor.

Una amiga (no diré quién, lo más seguro es que ella, al leer este comentario lo recuerde) me dijo que cuando terminas una relación sentimental con alguien, parte de esa persona se queda contigo y parte de ti se va con ella. Lo mismo sucede con una amistad, creo.
Somos seres incompletos en constante vacío. Llenamos los huecos con una presencia y después, cuando termina, lloramos, nos revolcamos, queremos morir, dejarnos en abandono. Yo no lo entendí hasta que lo viví, pero saben algo? Es lo mejor que me ha pasado, carajo, tengo vida y podré decir que he amado y me han amado.
El dolor se sobrelleva, se carga, se volverá mudo. Y un día despertarás dispuesto a incompletar tu vida de nuevo, a volver a hacer poesía. El miedo siempre estará presente, el miedo al rechazo, a que nadie logre amarte... Y en muchas ocasiones será una verdad. Volverás a sentirte aniquilado, vencido y estrujado. Pero hay un mejor dolor que el autoinducido? Hay mejor dolor que el causa el amor? No lo creo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Así o más?

No he escrito nada porque no tengo de qué hablar, últimamente sólo me quejo. La vida de adulta no es lo que yo había imaginado, sinceramente siempre había pensado que llegaría a ser exitosa, creí con inocencia lo que los demás opinaban de mí, mal hecho. El ego herido habla desde su rechazo, nada duele más que saberte ajena al mundo que te habían prometido. ¿A dónde iré? Hoy observé el cielo y la supuesta tormenta que se avecinaba sólo hizo que me recogiera en mis aposentos a esperar que rompiera la lluvia. Y si eso hago con la vida? Veo un signo poco favorable y huyo. **** ***** ******* P E N S A M I E N T O S    El amor y la ansiedad son pésimos complementos, agua y aceite, noche en un día cálido.  No hay nada que reconforte mi alma como el café. ¿Por qué es tan difícil ser feliz? Tengo el corazón empanizado con el polvo de mis supuestos fracasos. Navegar aunque no haya mares que surcar.  Estrepitosos gritos de ayuda, ecos mudos de dolor. Nunca ser escritora, nunca ...