Siempre he envidiado (y temido) a dos tipos de personas: a aquellas que desde niños saben lo que quieren y luchan por ello y a las que se tatúan. Esta aversión se debe a la determinación que las caracteriza.
Hace dos días, un morro me preguntó, "¿para qué escribes, Xo?", a lo que le respondí, cursimente, pues tenía en la cabeza un fragmento de las cartas de Rilke, "por necesidad". Se cagó de la risa (literal) y comenzó a atacarme con "yo no creo en vivir para escribir, yo escribo para vivir, pues he ganado dinero con tales obras (insertar presunción y diálogos mamones)...", el típico bato cagapal0, el "yo-yo", el genio de la Roma, protegido de una vaca sagrada del arte, adinerado y para acabarla de chingar, güerito.
Otro morro salió en mi defensa, "ella es una escritora de clóset". ¡Ovarios! ahora resulta que además de ser una imbécil, cursi, morena y pobre ¡estoy en el clóset de la escritura! ¿Eso existe? Pff, me sentí fatal, como si me hubiese resbalado al pisar mierda o cuando se me salió un pedo enfrente del morro que me gustaba. Ese día no era día, era hecatombe, pero después de mucho meditarlo, llegué a la siguiente conclusión.
Yo no tengo planes, los voy haciendo con base en mi praxis vital. Así como hoy quiero ser panadera y me esfuerzo para lograrlo, mañana me interesará ser limpia piojos. Cambio, me gusta aprender e innovarme. Obviamente no le dije que, a pesar de estudiar letras, me gusta la historia. No le dije que sé un chingo de datos inservibles del siglo XIX. No le dije que le he enseñado a niños con dislexia a escribir.... Me callé como si estuviera calentando mierda con la boca. Porque yo NO soy escritora. SOY una chinche mezcla de cosas, colores, olores y pelos.
No tengo una línea recta o un libro de metas, me voy construyendo con las piedras que encuentro en el camino. ¿Es tan difícil de entender? ¿O soy tan buena que lo intimidé? ¡Nah! Quiero creer que en el fondo me desea y que quisiera estar a mi lado besándome un glúteo mientras leemos poesía. Quiero creer que la gente no es tan hojaldra como para atacarte sin siquiera conocerte. Quiero creer que lo que hago con mi prosa barata será algo más que basura.
Y hasta aquí ha llegado mi breve anécdota. Quiero cerrar con la siguiente pregunta:
¿Cómo sobrellavar la existencia de aquellos, que además de ser güeros, tener talento y capital (monetario y cultural), buscan aplastar a los demás?
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| Cartas a un joven poeta, Rilke |
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