Si en el pasado hubiera sabido que mi "portentoso futuro" no sería más que un desaventurado juego de errores, me hubiera aventado de aquel puente. No, no pensé en el suicidio (de esa forma tan exhuberante), pero hoy al tocar la oscuridad de la luz casi invernal, me percaté del frío que sentía. ¿Por qué? porque no evito compararme con los demás. Siento una envidiosa alegría por ellos, por qué chingados no tomo las decisiones correctas ni me detengo a corregir mis errores (como este, hice una pregunta y no regresé a marcar los signos de interrogación). Y el problema no está en qué santo se encomiende cada quién, sino en que no busco las salidas adecuadas.
En estos momentos debería estar en la maestría, en el extranjero o con un libro publicado sin tener que escribir gratis y seguramente sin derechos de autor en este blog (sin ofender).
Por mucho tiempo le eché la culpa (como buena cristiana) a mi definición de éxito. Quizá era muy abstracta, muy ambiciosa, muy corta.... Sin embargo, nunca reparé en la definición que tengo de fracaso. Primeramente hay que colocarle una categoría sintáctica, fracaso: sustantivo masculino derivado del verbo "fracasar". La etimología de "fracasar" viene del latín quassare que sifnifica 'dañar, golpear, etc".Pasó al italiano como fracassare (ignoro la evolución filológica del italiano), significa 'romper o estrellarse', prácticamente darse en la madre. Y pos imagino que fue un préstamo lingüístico que después se integró al español.
Después de este choro erudito (jajajajajaja), copio las entradas que aparecen el Diccionario Usual de la Real Academia de la Lengua Española dice sobre el fracaso:
1. m. Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio.
2. m. Suceso lastimoso, inopinado y funesto.
3. m. Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento
Es la descripción de mi vida amorosa. Concuerdo con la queridísima y nobiliaria RAE, pero yo e agregaría otra entrada: m. Recuerdo divino de tu propia austeridad.
Independientemente de mi mamonez seudolingüística, regreso a lo que quería escribir: mi fracaso. Hasta el momento, mi indecisión e inconformidad han nublado a los pequeños logros que pude tener en un pasado (no saldré con cosas como: aprendí a leer y a caminar y por eso eres una persona exitosa, jajajaja. No. No soy libro de autoayuda). Y quizá sea porque me miro como una cosa que debe ser útil o que debe llevar un propósito sin importar que tan factible sea el realizarlo.
En algún momento leí que somos amantes del deseo. Amamos obtener cosas, acumular logros, presumir aventuras, coleccionar tickets de viaje y sentarnos en el sillón de nuestra a casa a lamentarnos nuestro infortunio. ¡Vaya contrariedad!... Yo no tengo viajes, no tengo logros acumulados, no soy persona de aventura, no he viajado... Estoy en la jodidez total. Y mi oscuridad personal se iguala a la oscuridad invernal. En algpun momento enmedio de mi pesimismo espero que salga el sol.
O intento siempre fracasar en una comprobación nociva de la inferioridad autoinfligida-'
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