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Pesadez

Cariño, me gustaría escribir con tu nombre en la huella digital de mis dedos... Hoy no será el caso, lo siento.
La tristeza carcome mis entregas, ayer en esperanza alegría de cambio, formulé hipótesis favorables en nombre de un futuro próximo. Hoy, me volví a ir a la mierda.
Pensar le hace bien a todos, maquinar posibles errores permite la muerte del ideal de todo hombre. Lloré. Lloré en silencio. Hacía tanto frío que las lágrimas se suspendieron en las concavidades carnosas de mis ojos. Pensé en que mis ojos serían como un inframundo prehispánico, húmedos, femeninos, albergues de la vida y la muerte, conectores entre dos mundos.

Sin acordarme, lloro. Quisiera sentir seguridad. Quisiera no caminar por una cuerda floja, pero dime, qué es vivir?

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Nunca alcanzo a llenar mis hijares con el suculento alimento del éxtasis
 Estoy en busca de virtuales gratificaciones que le den sentido a mi existencia y a mi experiencia del mundo. Carajo!, Estoy cansada. Estoy harta. Me rendí desde la primera vez, me rendí sin intentarlo

Soy una criatura temerosa, denme piedad o arranquen de una vez mi cabeza de ave.

Regresé a casa. Tarde fría. Casi llegan las celebraciones. El cierre. El inicio.

No pido soledad. La he tomado porque no hay mejor convencimiento del abandono que el conformismo de la ausencia.

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No he escrito nada porque no tengo de qué hablar, últimamente sólo me quejo. La vida de adulta no es lo que yo había imaginado, sinceramente siempre había pensado que llegaría a ser exitosa, creí con inocencia lo que los demás opinaban de mí, mal hecho. El ego herido habla desde su rechazo, nada duele más que saberte ajena al mundo que te habían prometido. ¿A dónde iré? Hoy observé el cielo y la supuesta tormenta que se avecinaba sólo hizo que me recogiera en mis aposentos a esperar que rompiera la lluvia. Y si eso hago con la vida? Veo un signo poco favorable y huyo. **** ***** ******* P E N S A M I E N T O S    El amor y la ansiedad son pésimos complementos, agua y aceite, noche en un día cálido.  No hay nada que reconforte mi alma como el café. ¿Por qué es tan difícil ser feliz? Tengo el corazón empanizado con el polvo de mis supuestos fracasos. Navegar aunque no haya mares que surcar.  Estrepitosos gritos de ayuda, ecos mudos de dolor. Nunca ser escritora, nunca ...